A sólo cuarenta minutos de Pachuca, en el municipio de Tulancingo, se encuentra un museo dedicado a Rodolfo Guzmán Huerta, mejor conocido como El Santo, una de las personalidades más importantes de la cultura mexicana en las décadas de los cincuenta y sesenta del siglo XX.
El museo de El Santo, quien nació en este municipio el 23 de septiembre de 1917, tiene en su haber más de 200 piezas entre máscaras, fotografías, carteles, recortes de periódico y artículos personales del enmascarado de plata. A la entrada del recinto se encuentra una estatua del luchador que simula aplicar la llave “de a caballo”, la cual es perfecta para la foto del recuerdo.
Asimismo, el museo cuenta con diversos documentos como reseñas y crónicas, que recorren su historia desde sus inicios en la lucha libre para después pasar a convertirse en figura por medio de las historietas y llegar al clímax de su éxito con las películas mexicanas.
Si bien el sitio es relativamente pequeño, pues sólo cuenta con dos cuartos, es interesante conocer la historia y los artículos de El Santo a fondo, así como la trayectoria que lo llevó a convertirse en el luchador más famoso en México.
La primera película que filmó el enmascarado de plata se llama “Santo contra cerebro del mal” y fue realizada en el año 1958, mientras que la última fue hecha en 1982 y se intitula “La furia de los karatecas”. En total fueron 52 largometrajes en los que apareció el luchador como protagonista, en la mayoría de ellas aparece como superhéroe al luchar contra criaturas sobrenaturales, científicos locos o el crimen organizado.
El Museo de El Santo se encuentra en la calle Rodolfo Guzmán Huerta #108 en la colonia Ferrocarrilera 2da Sección de Tulancingo, Hidalgo. Está abierto al público de martes a viernes con un horario de 9 a 20 horas, en sábado de 10 a 20 horas y en domingo de 10 a 18 horas mientras que los lunes permanece cerrado.
Autor: Irving Cruz
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